La Revolución Francesa (1789-1799)
Causas de la Revolución.
Los Estados Generales.
La Asamblea Constituyente (1789-1791).
La Asamblea Legislativa (1791-1792).
Convención y República (1792-1794).
La reacción termidoriana (1794-1795).
El Directorio (1795-1799).
1. CAUSAS DE LA REVOLUCIÓN.
Aunque fueron varias las causas que provocaron la Revolución, la fundamental fue de índole económica, motivada por la situación de la Hacienda pública que llevó a Luis XVI y a sus ministros a aumentar los impuestos; los intentos para conseguir que la nobleza y el clero pagasen ciertos impuestos llevó a estos dos estamentos a una postura de rebeldía.
Sin embargo, también coincidieron otra serie de factores que contribuyeron de forma decisiva a desencadenar la Revolución:
- El auge de la burguesía que reclamaba para sí un poder político paralelo al económico del que disfrutaba.
- Siguiendo las ideas reformistas de los pensadores ilustrados se reclamaba un cambio político, la sociedad estamental se presentaba en el siglo XVIII como una estructura anacrónica.
- Las malas cosechas de los años 1788 y 1789 elevaron el precio del trigo (el pan era el producto básico de subsistencia) y el hambre empujaba a las masas a tomar posturas desesperadas.
- Había un desajuste entre las necesidades sociales, políticas y económicas del país y la capacidad de respuesta por parte de los gobernantes.
2. LOS ESTADOS GENERALES.
Se reunieron en mayo de 1789, presididos por Luis XVI.
Los Estados Generales estaban formados por representantes de los tres estamentos: nobleza, clero y Tercer Estado.
Los seiscientos diputados del estado llano igualaban en número a los de la nobleza y el clero por lo que se inclinaban por la reunión en una sola sala y la votación por individuos, mientras que los privilegiados deseaban la deliberación por separado y emitir un voto por cada estamento.
Al no conseguir que el monarca aceptase sus peticiones, el Tercer Estado decidió separarse de los otros dos estamentos y constituirse en Asamblea Nacional.
Cerrada la sala de reuniones por el rey, los miembros de la Asamblea se reunieron en el Pabellón del Juego de Pelota con la voluntad de no separarse hasta haber dotado al pueblo de una Constitución.
Los
representantes de la nobleza y el clero decidieron entonces aceptar la Asamblea
conjunta para poder participar en la elaboración de la Constitución, lo que
supuso proclamar la soberanía nacional
frente al poder real.
3. LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE (1789 – 1791).
La Asamblea Nacional se declaró, por tanto, Constituyente, a esta revolución política se unió la rebelión popular en Paris, con la toma de la prisión de la Bastilla el 14 de julio de 1789, que se convirtió en el símbolo del fin del Antiguo Régimen.
Estos acontecimientos tuvieron una amplia repercusión en todas las ciudades y la burguesía tomó el relevo de las antiguas autoridades mediante la creación de milicias.
El clima revolucionario se extendió también al campo, donde los campesinos se rebelaron contra el régimen señorial; este tipo de revueltas se repetiría varias veces durante la revolución, provocadas generalmente por las subidas del pan y el hambre consiguiente.
Como paso previo a la elaboración de la constitución, la Asamblea aprobó en agosto de 1789 la Declaración de los Derechos del hombre y del ciudadano en la que se establecieron los principios básicos sobre los que se debía asentar el nuevo régimen social y político.
A partir de ese momento la Asamblea elaboró la Constitución de 1791, por la que Francia se convertiría en una Monarquía constitucional y en la que se establecía la separación de poderes: el poder ejecutivo recaía sobre el rey, limitado por la Constitución y el control de la Asamblea; el legislativo recaía en una Asamblea elegida mediante sufragio censitario, mientras que el poder judicial era independiente. Se suprimían todos los privilegios, incluido el fiscal.
Se estableció la Constitución Civil del Clero (1790) por la que se daba a la Iglesia francesa un carácter nacional, anulando su dependencia del Papa.
Se nacionalizaron los bienes de la Iglesia y los sacerdotes eran considerados funcionarios públicos que debían jurar la Constitución.
Se produjo la descentralización de la Administración, creándose 83 departamentos y aumentando las atribuciones de los ayuntamientos; se acabó con las justicias señoriales y la venta de cargos por parte de los monarcas.
Se estableció la categoría de ciudadanos activos, que eran los que poseían derechos políticos, para lo cual debían ser mayores de veintiún años y poseer una renta determinada.
Los problemas principales a los que hubo de enfrentarse la Asamblea fueron el religioso y el financiero.
Para evitar la bancarrota del Estado se nacionalizaron los bienes del clero que con posterioridad fueron puestos a la venta, lo que hizo que apoyaran la Revolución todos aquellos que eran lo bastante ricos como para adquirirlos, pero también originó una fuerte inflación que produjo un clima de permanente inestabilidad social.
La situación de Luis XVI era cada vez más
difícil, intentó huir de Francia, pero fue detenido en Varennes y conducido
prisionero a París; esta huida fallida tuvo decisivas consecuencias pues hizo
más difícil la supervivencia de instituciones en las que el rey era pieza
fundamental, a la vez que produjo una profunda división entre las fuerzas
políticas.
4. LA ASAMBLEA LEGISLATIVA (1791-1792).
La Asamblea que debía elaborar las leyes para desarrollar los principios establecidos en la Constitución estaba compuesta por:
- 263 diputados de derechas: defensores de la Monarquía constitucional
- 136 de izquierdas: divididos entre jacobinos y girondinos, partidarios de la República;
- entre ambos extremos había unos 200 diputados que se mantenían en posturas equidistantes.
La división de la clase burguesa hizo difícil el funcionamiento de la Asamblea que apenas duró un año; a estas dificultades se unió la tensión social provocada por la mala cosecha del año 1791 que volvió a encarecer el precio del pan.
El clero, por su parte, contrario a las reformas, alentaba una contrarrevolución desde el exterior alentada por los nobles que, ante estos sucesos, habían emigrado de Francia.
Luis XVI estaba convencido de que su única posibilidad de mantenerse en el poder estaba en la ayuda exterior.
El rey de Prusia invitó al resto de los soberanos a unirse para restaurar el orden en Francia y la Asamblea declaró la guerra a Prusia y Austria.
El avance de las tropas enemigas alertó a la población de París, que respondió con la insurrección de los sans-culottes (masas populares de París), que establecieron un gobierno revolucionario, la Comuna, que usurpó el poder de la Asamblea, obligándola a tomar diversas medidas como la requisa de granos, la derogación de la Constitución de 1791 y la elección, por sufragio universal masculino, de una Convención Constitucional que gobernaría Francia y elaboraría una nueva constitución.
El 10 de agosto de 1792 los sans-culottes asaltaron el palacio de las Tullerías para apresar y destituir a Luis XVI.
Desbordada por los acontecimientos, la Asamblea se disolvió en el mes de septiembre, el mismo día que el ejército francés obtenía la victoria de Valmy.
La
Monarquía había caído.
5. CONVENCIÓN Y REPÚBLICA (1792 – 1794).
Tras el destronamiento del rey se formó la Convención Nacional que proclamó el Año Primero de la República Francesa.
Esta nueva asamblea fue elegida por sufragio universal masculino y agrupaba a 749 diputados en tres partidos:
- Girondinos: representantes de la alta burguesía y defensores de la legalidad constitucional.
- La Montaña (jacobinos y “cordeliers): defensores de los principios revolucionarios y más cercanos a la burguesía media y las clases populares.
- La Llanura: fluctuantes entre girondinos y montañeses, integrada por republicanos y burgueses moderados.
Los primeros meses de vida de la Convención fueron los más conflictivos y en ellos el nuevo gobierno girondino – formado por republicanos moderados – hubo de hacer frente a grandes problemas; el primero fue el procesamiento de Luis XVI quien, declarado culpable de implicaciones contrarrevolucionarias con los enemigos de Francia, fue condenado a muerte junto a otros miembros de la familia real y guillotinado. Su muerte marcó el definitivo alejamiento entre girondinos y montañeses, a la vez que marcó el desafío abierto a la Europa del Antiguo Régimen.
En relación a la guerra, después de la victoria de Valmy, las tropas francesas prosiguieron su avance; pero ante la ejecución de Luis XVI, Inglaterra organizó una coalición antifrancesa.
El reclutamiento forzoso llevado a cabo para hacer frente a las potencias europeas provocó su conflicto civil, produciéndose levantamientos especialmente fuertes en algunas regiones (Guerre de Vandée).
Por lo tanto, a comienzos de 1793 Francia estaba en estado de guerra dentro y fuera de su territorio; y ante la poca eficacia del gobierno girondino, los sans-culottes asaltaron la Convención, otorgando el poder a los jacobinos (republicanos radicales).
Los jacobinos gobernaron a través del Comité de Salud Pública, presidido por Robespierre, que ejerció la autoridad mediante el Terror, decretando medidas de excepción, la supresión de todas las libertades y un intervencionismo estatal que abarcaba todos los aspectos de la vida pública.
La dura represión política (de 11.000 a 45.000 guillotinados) acabó destruyendo el propio gobierno jacobino que cayó mediante un golpe de Estado.
La obra política del gobierno jacobino se plasmó en la elaboración de una nueva constitución, más radical que la anterior: la Constitución de 1793, que sustituía el sufragio censitario por el universal y reconocía el derecho al trabajo, la enseñanza gratuita para todos y la asistencia social.
En el aspecto religioso el culto católico fue sustituido por el culto a la Razón y se cerraron las iglesias; se instauró un nuevo calendario con nombres basados en la climatología y la agricultura.
En la
política exterior, la reorganización llevada a cabo en el ejército dio como
resultado una serie de victorias contra la Coalición que salvaron a Francia de
la invasión exterior.
6. LA REACCIÓN TERMIDORIANA (1794 -1795)
Robespierre se ganó tal número de enemigos que el día 10 de Termidor (28 de julio de 1794) fue guillotinado junto a veintiuno de sus amigos; inaugurándose un período de apaciguamiento y abandono del Terror.
En el terreno religioso se estableció la libertad de cultos y la separación Iglesia-Estado.
En el social se negoció la pacificación de los campesinos del oeste de Francia.
En el terreno económico se restauró la libertad económica.
Se vaciaron las cárceles, se produjo la vuelta de los emigrados y los ejércitos franceses obtuvieron nuevas victorias; esta tregua hizo posible el nacimiento de un partido realista que defendía la restauración de la Monarquía.
El nuevo gobierno moderado, procedente de la Llanura, resultó muy débil al estar continuamente amenazado por conspiraciones de monárquicos y jacobinos; para evitar una nueva dictadura la Convención termidoriana elaboró la Constitución de 1795 que se hizo en función de los intereses de la burguesía, ya que reconocía el derecho a la propiedad y la igualdad civil.
Se organizó la separación de poderes:
- El poder ejecutivo se organizaba en un Consejo formado por cinco personas del Directorio que se renovaban a razón de uno cada año.
- El poder legislativo lo ejercían dos Cámaras – el Consejo de los Quinientos que proponía las leyes y el Consejo de los Ancianos que las votaba – elegidas por sufragio censitario.
- Se reconocía la independencia del poder judicial.
La
guerra y la debilidad del Directorio incrementaron el protagonismo del
ejército; una vez aprobada la Constitución se disolvió la Convención y se dio
paso a un nuevo régimen: el Directorio.
7. EL DIRECTORIO. (1795 – 1799).
Gracias al apoyo del ejército el Directorio logró prolongar durante cinco años el compromiso termidoriano.
El hecho más significativo en esta etapa fue la llamada Conjura (o Conspiración) de los iguales, impulsada por el filósofo Babeuf que, aprovechando el descontento del pueblo, intentó derrocar al gobierno e instituir un régimen que décadas después se calificaría de comunista; pero fue un fracaso y él y sus seguidores fueron guillotinados.
La guerra con Europa seguía pendiente, si bien algunos países de la Coalición ya habían firmado la paz; sin embargo, Inglaterra y Austria continuaban la lucha.
Un ejército conducido por Napoleón Bonaparte tras una serie de victorias, marchó hacia Viena y forzó un tratado de paz; después continuó hacia Egipto en un intento de bloquear el comercio inglés con la India y, tras vencer en la batalla de las Pirámides, tomó Alejandría y El Cairo.
Pero la política expansionista del Directorio provocó una Segunda Coalición entre las principales potencias europeas y la guerra se reanudó en todos los frentes.
El Directorio se encontraba cada vez más debilitado, frente a monárquicos y revolucionarios actuó mediante la utilización de golpes de Estado (Fructidor, Floreal) con el apoyo de los militares; pero las continuas derrotas del ejército francés y las vacilaciones del gobierno propiciaron el golpe de Estado del 18 de Brumario: un Director, el ex abate Sieyès organizó un grupo de moderados que buscaba una revisión constitucional; el brazo ejecutor de este grupo lo encontraron en Napoleón Bonaparte que acababa de desembarcar en Francia tras dejar a su ejército en Egipto.
Sieyés y Napoleón tomaron el poder por las
armas el 18 de Brumario (3 de noviembre de 1799) e inauguraron una nueva etapa
en la historia de Francia.
La Revolución Francesa (1789-1799)
1. Causas de la revolución.
2. Los Estados Generales.
3. La Asamblea Constituyente (1789 – 1791).
4. La Asamblea Legislativa (1791-1792).
5. Convención y República (1792 – 1794).
6. La reacción Termidoriana (1794 -1795)
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